Sabado, 9 de Noviembre de 2013
Investigación, universidades y revistas
¿A nadie le resulta curioso que un investigador de una universidad pública española realice una investigación con fondos públicos, que luego maquete su investigación en forma artículo tal y como lo quiere esa revista de reconocido prestigio donde quiere publicar (tipo y tamaño de letra, número de columnas, tamaño de fotos, gráficos y mapas, formato de referencias,…) y que luego otro investigador de otra universidad pública española tenga que pagar para ver ese artículo?
Antes, cuando esas revistas enviaban un ejemplar impreso de la misma a los suscriptores tenía sentido, pero ahora, cuando los investigadores sólo ven archivos pdf, ¿cuánto sentido tiene?
Ahora, con la web, ya no hace falta que alguien centralice los artículos en formato revista para que sean accesibles al resto de investigadores; las propias universidades pueden gestionar sus fondos e incluirlos en una base de datos centralizada. Así, cuando alguien se interesase por un artículo, el pago por la descarga del mismo repercutiría a la universidad en la que trabaja el investigador, no a una revista. Esto, por ejemplo, aportaría financiación extra a las universidades y una manera de evaluar cuán interesantes son sus publicaciones.
Juan Andrés Benítez Álvarez
En esta ocasión no seré irónico, sólo haré una pregunta: ¿quién necesita gente como esta patrullando por nuestras calles?
Me temo que en el caso de que los condenen no tardarán en ser indultados.
Hay mucha diferencia entre reducir y agredir, la misma que hay entre la defensa personal y la agresión.
Diré dos palabras más: Judo, Aikido.
Sí diré algo más:
Si vas a resolver un altercado, que cuando llegas ya ha finalizado (sin heridos), y por tu culpa acaba todo con un muerto… ¡Mejor no vayas!
Viernes, 8 de Noviembre de 2013
Experimento
Hoy es el décimo día. Aquí han transcurrido diez días desde que se inició el experimento, fuera ya han pasado mil años; con cada día y cada noche se fueron cien años y yo, aquí dentro, conozco todo lo que ha sucedido en ese tiempo.
Las épocas pasan y los hechos se suceden sin parar: hay nuevos avances y nuevas guerras… Como desde el principio de los tiempos la gente vive y muere, la gente se enamora y se odia.
Los días transcurren lentamente aquí, y conforme se suceden me alejo más del exterior. Fuera sólo hay un mundo que nunca viví; pero, aún así, fuera hay sentimientos que en un tiempo formaron parte de mí. Cada día los recuerdo mil millones de veces.
Los días pasan, los siglos se arremolinan en mi cerebro para ser pronto engullidos y olvidados en los rincones más perdidos de mi mente. Ya no presto atención a lo que sucede fuera.
Sin saberlo espero, sin saber qué debo esperar.
Un día sucede, en mi subconsciente una noticia esperaba a ser anunciada: hoy nadie se ha enamorado, finalmente ha sucedido, la civilización ha terminado.
Los días pasan y mi mente descansa. Pero mi alma quiere sentir lo que hace tiempo que dejó de existir. Tan sólo recuerdos quedan dentro de ella; no sé si alguno, alguna vez, pudo ser mío. Sólo recuerdos que vienen y van, recuerdos que con el pasar de los días se hacen borrosos.
Sé que un día hubo algo ahí fuera, pero no consigo recordar qué es lo que fue.